martes, octubre 18, 2005

«Entro de noche a mi ciudad, yo bajo a mi ciudad donde me esperan o me eluden, donde tengo que huir de alguna abominable cita, de lo que ya no tiene nombre, una cita con dedos, con pedazos de carne en un armario, con una ducha que no encuentro, en mi ciudad hay duchas, hay un canal que corta por el medio mi ciudad y navíos enormes sin mástiles pasan en un silencio intolerable hacia un destino que conozco pero que olvido al regresar, hacia un destino que niega mi ciudad donde nadie se embarca, donde se está para quedarse aunque los barcos pasen y desde el liso puente alguno esté mirando mi ciudad.
Entro sin saber cómo en mi ciudad, a veces otras noches salgo a calles o casas y sé que no es mi ciudad, mi ciudad la conozco por una expectativa agazapada, algo que no es el miedo todavía pero tiene su forma y su perro y cuando es mi ciudad sé que primero habrá el mercado con portales y con tiendas de frutas, los rieles relucientes de un tranvía que se pierde hacia un rumbo donde fui joven pero no en mi ciudad, un barrio como el Once en Buenos Aires, un olor a colegio, paredones tranquilos y un blanco cenotafio, la calle Veinticuatro de Noviembre quizás, donde no hay cenotafios pero está en mi ciudad cuando es su noche.»

Julio Cortázar.-

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Julito, Julito... fiuuuuuu
"... muy martes para extrañarte, muy tarde para abrazarte"

7:03 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal