viernes, mayo 19, 2006

Angustia...

Me estoy atando los zapatos, contento, silbando, y de pronto la infelicidad. Pero esta vez te pesqué, angustia, te sentí previa a cualquier organización mental, al primer juicio de negación. Como un color gris que fuera el dolor y fuera el estómago. Y casi a la par (pero después, esta vez no me engañás) se abrió paso el repertorio inteligible, con una primera idea explicatoria: "Y ahora vivir otro día, etc." De donde se sigue: "Estoy angustiado porque… etc."
Las ideas a vela, impulsadas por el viento primordial que sopla desde abajo (pero abajo es sólo una localización física). Basta un cambio de brisa (¿pero qué es lo que la cambia de cuadrante?) y al segundo están aquí las barquitas felices, con sus velas de colores.

Julio Cortázar - Rayuela
Cáp. 67

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Pescar sentimientos, la angustia, el amor, la felicidad. Luego atarlos de a unos de una misma soga, bien ubicada. Luego elegir cuál de ellos calzar para salir al día...
muy bonito blog!!!

7:26 p. m.  

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