domingo, enero 01, 2006

Isla Tortuga

Me despierto feroz esta mañana
con ganas de amor y desayuno de campo.
Me apodero de la ciudad
abandonada a los pájaros como un
pueblo costero después de una tormenta
y pienso en lo que queda:
un promontorio,
un refugio áspero al que visita
un cartero con la bolsa vacía
y juega a los dados en la penumbra de la
cocina.

No espero nada del verano.
No espero nada del poema.
Hay que pintar esa puerta herrumbrada
y contarme algún cuento de cuando
los piratas eran serios, señores de palabra
seca
y corazón ablandado como una ciruela
dentro del jarro de ron.

Paulina Vinderman.-

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

¡La hemos vuelto a hallar!
¿Qué?, la Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.

Alma mía eterna,
cumple tu promesa
pese a la noche solitaria
y al día en fuego.

Pues tú te desprendes
de los asuntos humanos,
¡De los simples impulsos!
Vuelas según..

Nunca la esperanza,
no hay orietur.
Ciencia y paciencia.
El suplicio es seguro.

Ya no hay mañana,
brasas de satén,
vuestro ardor
es el deber.

¡La hemos vuelto a hallar!
-¿Qué?- -La Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.

1:06 p. m.  

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