filosofando con un filósofo! (wouw...)
“Salida hacia el otro hombre.
Como si la humanidad fuera un género
que admite al interior de su espacio lógico -de su extensión-
una ruptura absoluta, como si yendo hacia el otro hombre,
se trascendiera lo humano hacia la utopía.
Como si la utopía fuera no el sueño
o el precio de una errancia maldita,
sino la claridad donde el hombre se muestra.”
E. Lévinas “Del ser al otro”
(filósofo sobre el que vamos -voy- a escuchar un trabajo)
Como si la humanidad fuera un género
que admite al interior de su espacio lógico -de su extensión-
una ruptura absoluta, como si yendo hacia el otro hombre,
se trascendiera lo humano hacia la utopía.
Como si la utopía fuera no el sueño
o el precio de una errancia maldita,
sino la claridad donde el hombre se muestra.”
E. Lévinas “Del ser al otro”
(filósofo sobre el que vamos -voy- a escuchar un trabajo)
3 Comentarios:
De dónde le vendría la costumbre de andar siempre con piolines en los bolsillos, de juntar hilos de colores y meterlos entre las páginas de los libros, de fabricar toda clase de figuras con esas cosas y goma tragacantos. Mientras arrollaba un piolín negro al picaporte, Oliveira se preguntó si la fragilidad de los hilos no le daba algo así como una perversa satisfacción, y convino en que maybe peut-être y quién te dice. Lo único seguro era que los piolines y los hilos lo alegraban, que nada le parecía más aleccionante que armar por ejemplo un gigantesco dodecaedro transparente, tarea de muchas horas y mucha complicación, para después acercarle un fósforo y ver cómo una llamita de nada iba y venía mientras Gekrepten se-re-tor-cía-las-manos y decía que era una vergüenza quemar algo tan bonito. Difícil explicarle que cuanto más frágil y perecedero el armazón, más libertad para hacerlo y deshacerlo. Los hilos le parecían a Oliveira el único material justificable para sus inventos, y sólo de cuando en cuando, si lo encontraba en la calle, se animaba a usar un pedazo de alambre o algún fleje. Le gustaba que todo lo que hacía estuviera lo más lleno posible de espacio libre, y que el aire entrara y saliera, y sobre todo que saliera; cosas parecidas le ocurrían con los libros, las mujeres y las obligaciones, y no pretendía que Gekrepten o el cardenal primado entendieran esas fiestas.
viste que lindo comentario que te dejé??? jejeje
aguante Julito!!!
Genialisimamente espléndido jajajajaja
Gracias Julls! te quieroooo
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