miércoles, junio 28, 2006

Vuelvo a mirarte...

Vuelvo a mirarte: estás
y eres el mismo:
Los ojos y las manos, y ese gesto
de la boca, entre tierno y despectivo.

Vuelvo a mirarte: ya no digo nada.
Me he quedado de pronto
con los labios vacíos,
sin pasión, sin enojo, sin impulsos,
sin reproches, sin nada que decirnos,
sin nada que pedir.
Sin nada mío.

Apenas con un resto de ternura
no se si para ti o para conmigop
ara envolverme en ella al quedar sola,
no más sola que ahora. Yo te miro:
tú estás sereno al fin.

Y estás tranquilo
porque me quedo quieta entre tus manos
y me callo y sonrío:
nunca sabrás, mi pobre amor, qué pienso
cuando sonrío así.

Y alguna vez sabrás que me has perdido.
Mañana o no se cuando. Todavía
no están del todo secas estas ramas.
Pero hoy ha comenzado nuestro otoño
y hace frío

Hoy empiezo a quererte un poco menos,
hoy dejas de dolerme y no estoy triste.




Julia Prilutzky Farny...
(oscilantemente precisa para un tarde gris de Junio como la de hoy)

miércoles, junio 14, 2006

Jorge Luis Borges ( 24 de agosto 1899-14 de junio 1986 )


Buenos Aires. 1979. Borges cumple 80 años. Roberto Alifano y otros amigos le organizan un homenaje en la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines. Hay mucho invitados. Borges está sentado junto a Alifano. De pronto, el bullicio cesa. Suenan los primeros acordes en la guitarra de Roberto Grela y el bandoneón de Ernesto Baffa: "Me acuerdo, fue en Balvanera / En una noche lejana." Edmundo Rivero canta la Milonga de Jacinto Chiclana, publicada por Borges en 1965 y musicalizada ese mismo año por Astor Piazzolla. De pronto, la mano de Borges busca el brazo de Alifano. Lo aprieta y le dice: "Alifano, Alifano... Dígame una cosa: ¿Estoy llorando, no?".



Milonga de Jacinto Chiclana

Me acuerdo. Fue en Balvanera,
En una noche lejana
Que alguien dejó caer el nombre
De un tal Jacinto Chiclana.

Algo se dijo también
De una esquina y de un cuchillo;
Los años nos dejan ver
El entrevero y el brillo.

Quién sabe por qué razón
Me anda buscando ese nombre;
Me gustaría saber
Cómo habrá sido aquel hombre.

Alto lo veo y cabal,
Con el alma comedida,
Capaz de no alzar la voz
Y de jugarse la vida.

Nadie con paso más firme
Habrá pisado la tierra;
Nadie habrá habido como él
En el amor y en la guerra.

Sobre la huerta y el patio
Las torres de Balvanera
Y aquella muerte casual
En una esquina cualquiera.

No veo los rasgos. Veo,
Bajo el farol amarillo,
El choque de hombres o sombras
Y esa víbora, el cuchillo.

Acaso en aquel momento
En que le entraba la herida,
Pensó que a un varón le cuadra
No demorar la partida.

Sólo Dios puede saber
La laya fiel de aquel hombre;
Señores, yo estoy cantando
Lo que se cifra en el nombre.

Entre las cosas hay una
De la que no se arrepiente
Nadie en la tierra. Esa cosa
Es haber sido valiente.

Siempre el coraje es mejor,
La esperanza nunca es vana,
Vaya pues esta milonga
Para Jacinto Chiclana.

Jorge Luis Borges.-



Pequeño homenaje, a 20 años.

martes, junio 13, 2006

Té Para Tres

Las tazas sobre el mantel
la lluvia derramada...
un poco de miel
no basta

El eclipse no fue parcial
y cegó nuestras miradas
te vi que llorabas
por él

Té para tres

Un sorbo de distracción
buscando descifrarnos
no hay nada mejor
que casa

Té para tres...

SodaStereo ( Gustavo Cerati )

miércoles, junio 07, 2006

Las Distancias

Las distancias no miden lo mismo
de noche y de día.
A veces hay que esperar la noche
para que una distancia se acorte.
A veces hay que esperar el día.
Por otra parte
la oscuridad o la luz
teje de tal manera en ciertos casos
el espacio y sus combinaciones
que los valores se invierten:
lo largo se vuelve corto,
lo corto se vuelve largo.
Y además, hay un hecho:
la noche y el día no llenan igualmente el espacio,
ni siquiera totalmente.
Y no miden lo mismo
las distancias llenas
y las distancias vacías.
Como tampoco miden lo mismo
las distancias entre las cosas grandes
y las distancias entre las cosas pequeñas.

Roberto Juarroz.-