lunes, noviembre 22, 2004


A veces he soñado que cuando el Día del Juicio amanezca y los grandes conquistadores y abogados y hombres de Estado vayan a recibir sus recompensas -sus coronas, sus laureles, sus nombres grabados indeleblemente en mármol imperecedero-, el Todopoderoso se dirigirá a Pedro y dirá, no sin una cierta envidia cuando nos vea venir con libros bajo nuestros brazos: "Mira, ésos no necesitan ninguna recompensa. No tenemos nada que darles aquí. Les gustaba leer".
Virginia Woolf.

Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural.
Las esperanzas lo saben y no se preocupan.
Los famas lo saben y se burlan.
Los cronopios lo saben y cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonde pizarra de la tortuga dibujan una golondrina.
Julio Cortázar.

sábado, noviembre 20, 2004

Laberinto
No habrá nunca una puerta. Estás dentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
Jorge Luis Borges-

jueves, noviembre 18, 2004

Muerte en Venecia
Los sentimientos y observaciones del hombre solitario son al mismo tiempo más confusos y más intensos que los de la gente sociable; sus pensamientos son más graves, más extraños y siempre tienen un matiz de tristeza. Imágenes y sensaciones que se esfumarían fácilmente con una mirada, con una risa, un cambio de opiniones, se aferran fuertemente en el ánimo del solitario, se ahondan en el silencio y se convierten en acontecimientos, aventuras, sentimientos importantes. La soledad engendra lo original, lo atrevido, y lo extraordinariamente bello, la poesía. Pero engendra también lo desagradable, lo inoportuno, absurdo e inadecuado.
-Thomas Mann-
EL PRIMER ACTO DE LIBERTAD ES DECIR "NO" FRENTE A LO INACEPTABLE;
LAS GRANDES TRANSFORMACIONES
SURGEN DEL RECHAZO ABSOLUTO A LO EXISTENTE,
MUCHOS MÁS QUE DE
LA ELABORACIÓN FORMAL Y ACABADA
DE UN PROYECTO ALTERNATIVO.
ALBERT CAMUS-
Frontera

Nunca comprendí las fronteras. Cuando niño imaginé gigantescos y extensos muros, inviolables, construídos ignotamente. Muros que no permitían el paso de las tormentas, de la temperatura ambiente, de las nubes, de los ángeles, de los pájaros. Creía que el sol de este lado era distinto al del otro lado y que el cielo, invariablemente era otro.
Crecí. Las cosas están más claras. Ahora el muro lo veo, no lo imagino. Se mueve orugosamente y, en más de una ocasión, impide que vea del otro lado. Llegué a entender que, en ocasiones, formo parte de él.

Oscar Ángel Agú-

miércoles, noviembre 17, 2004

El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.
Ítalo Calvino.

martes, noviembre 16, 2004

Historia

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.

Historia verídica.

A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caro, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor se siente profundamente agradecido y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere enseguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se le han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.

Julio Cortázar.-


Qué lindo día hoy, eh!

domingo, noviembre 14, 2004

Le papillon

La colorida mariposa descansaba.
Era bello mirarte bella...
Y aprendí a sonreír con tu sonrisa como los árboles aprenden de la lluvia.
Con tus ojos pude ver lo esencial.
Tus manos me acercaron el cielo cercano...
Pero la mariposa aleteó presurosa.
Y entonces el desamor se
hizo tan grande que deshizo nuestras vidas
que nunca más volvieron a amarse.
Juan Pablo Viola escribiéndonos esto desde España!!

sábado, noviembre 13, 2004

El tiempo y la conciencia de él es una de las mayores de entre las principales obsesiones humanas. El tiempo que nos falta y el tiempo que nos queda. El tiempo que perdimos, el tiempo que nos robaron y el tiempo que ganamos. El tiempo al tiempo. El tiempo que todo lo cura y el tiempo que todo lo degrada. El tiempo es dinero. El tiempo que sólo es pasado o futuro y nunca presente.
...A veces nos sentimos felices porque creemos haber encontrado a una persona extraordinaria, con la cual establecemos vínculos afectivos. Por ejemplo, imaginemos a un amigo, al que le conferimos las más excelsas de las virtudes. Un día ese amigo nos juega una mala pasada. Entonces nos llenamos de rencor, desengañados, atribuyéndole todo lo contrario de lo que de él pensábamos. Sin embargo ese seudoamigo fue leal a su propia naturaleza. Nosotros lo inventamos, porque necesitábamos creer que esa persona era un ser ejemplar...
Siul Arco.-
El Sueño

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar?
La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?


Jorge Luis Borges.-

viernes, noviembre 12, 2004

He vivido al borde de la locura,
tratando de conocer las razones,
aporreando una puerta.
De pronto, se abre.
¡He estado golpeando desde adentro!


Mevlana Jalaludín Rumi
...No vamos a dejar de hablarles sólo porque no nos estén escuchando. Nos gusta escucharnos a nosotras mismas. Es uno de nuestros mayores placeres. A menudo mantenemos largas conversaciones con nosotras mismas, y somos tan inteligentes que a veces no entendemos ni una palabra de lo que decimos...

jueves, noviembre 11, 2004

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Julio Cortázar.-

miércoles, noviembre 10, 2004

¡Es hora de emborracharse!
para no ser esclavos martirizados por el tiempo.
¡Emborrachaos! Emborrachaos constantemente:
de vino, de poesía o de virtud... A vuestro antojo.
Charles Baudelaire

Oscilamos

Buscarle el por qué en el mismo cuándo y hasta en el cómo,
Buscarse en los ojos de almas sin corazón

Oscilar entre el instinto y el alma
Como péndulo de un reloj cansado
De dar la hora en los momentos indicados
Y según el protocolo que debe seguir.

Para hacer bailar a una muchacha en camisa

Tómese mejorana silvestre orégano puro, tomillo silvestre, verbena, hojas de mírto junto con tres hojas de nogal y tres tallos pequeños de hinojo, todo lo cual será recogido la noche de San Juan en el mes de junio y antes de que salga el sol. Deberán secarse a la sombra, molerlas y pasarlas por un fino tamiz de seda, y cuando se quiera llevar a cabo este agradable juego, se soplará el polvo en el aire allí donde esté la muchacha para que lo respire, o se le hará tomar como si fuera polvo de tabaco, el efecto se manifestará de inmediato. Un famoso autor agrega que el efecto será tanto más infalible si esta traviesa experiencia se lleva a cabo en un lugar donde ardan lámparas alimentadas con grasa de liebre y de macho cabrío joven.
Estrenamos con nuestro querido Julito!!!!!!